
Básicamente un control de acceso es un sistema compuesto por diversos dispositivos que tiene por objeto impedir el libre acceso del público en general o personas no autorizadas a determinadas áreas que deseamos proteger.
Por tanto, lo primero que se debe identificar, para justificar la instalación de un control de accesos, es la existencia de determinadas áreas, zonas, espacios, recintos… que deseamos proteger.
En la mayoría de instalaciones, tanto comerciales como industriales y mancomunadas, se hacen necesarias zonas de acceso general y zonas restringidas que impidan el acceso a personal no autorizado.
Áreas sensibles que deseamos proteger en ambientes profesionales, industriales, corporativos, mancomunados en todas las ciudades de España: Control Acceso Almería, Málaga, Murcia, Sevilla...
•Zonas donde se manipula dinero. Cajeros de establecimientos comerciales.
•Zonas donde se archivan los registros del personal, planos de sus productos (propiedad intelectual).
•Zonas donde se desarrollan sus procesos productivos con técnicas y/o maquinarias propias que desea proteger.
•Zonas Sensibles donde sólo debería acceder personal técnico como salas de energía, salas de reciclado, zonas de productos peligrosos, zonas de trabajo para evitar el acceso a personal ajeno que distraigan a los operarios… en estos casos el #LectordeHuellas o el #ReconocimientoFacial son los más indicados.
En todos los casos, es necesaria una política de permisos, reglas, privilegios… en función de la zona, los horarios, las fechas… en que se pueda acceder.
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